Nigredo 18



                                                        © Toni F.H  2012 "Nigredo 18" Acrylic on canvas 70x40 cms

[...] y concluiremos la exposición de los procedimientos espagíricos con el del oro, el cual es, según la opinión de todos los filósofos, el cuerpo más refractario a la disociación. Es un axioma corriente en espagiria que "es más fácil hacer oro que destruirlo". Más aquí se impone una breve observación. Limitando tan sólo nuestro deseo a probar la realidad química de las investigaciones alquímicas, nos guardaremos mucho de enseñar, en lenguaje claro, cómo puede fabricarse oro, pues la finalidad que perseguimos es de orden más elevado, y preferimos mantenernos en el ámbito alquímico puro, antes que empujar al investigador a seguir esos senderos cubiertos de zarzas y bordeados de barrancos, ya que la aplicación de esos métodos, que aseguran el principio químico de las trasmutaciones directas, sería incapaz de aportar el menor testimonio en favor de la Gran Obra, cuya elaboración continúa siendo por completo extraña a ese mismo principio. Dicho esto, volvamos a nuestro tema.Un viejo dicho espagírico pretende que "la semilla del oro está en el mismo oro". Nosotros no le llevaremos la contraria, a condición de que se sepa de que oro se trata o cómo es conveniente separar esa semilla del oro vulgar. Si se ignora el último de estos secretos, se deberá, necesariamente, contentarse con asistir a la producción del fenómeno sin extraer de él otro provecho que una certidumbre objetiva. Obsérvese, pues, con atención lo que sucede en la operación siguiente, cuya ejecución no presenta dificultad ninguna. Disuélvase oro puro en agua regia y viértase ácido sulfúrico en un peso equivalente a la mitad del peso del oro empleado. No se producirá más que una ligera contracción. Agítese la solución e introdúzcase en una retorta de vidrio sin tubo de escape, colocada en baño de arena. Dese al principio un fuego escaso, a fin de que la destilación de los ácidos se opere suavemente y sin ebullición. Cuando ya no se produzca destilación y el oro aparezca en el fondo bajo el aspecto de una masa amarilla, mate, seca y cavernosa, cámbiese de recipiente y auméntese progresivamente la intensidad del fuego. Veréis elevarse vapores blancos, opacos y ligeros al principio, y, luego, cada vez más pesados. Los primeros se condensarán en un hermoso aceite amarillo que fluirá al recipiente, y los segundos se sublimarán y cubrirán la panza y el arranque del cuello con finos cristales que imitan el plumón de los pájaros. Su color, de un rojo sangre magnífico, adquiere el brillo de los rubíes cuando un rayo de sol o alguna luz viva incide en ellos. Estos cristales, muy delicuescentes, así como las otras sales de oro, se disgregan en licor amarillo en cuanto baja la temperatura... No proseguiremos ya el estudio de las sublimaciones. En cuanto a los procedimientos alquímicos conocidos bajo la expresión de pequeños particulares, se trata, en la mayoría de los casos, de técnicas aleatorias. Los mejores de entre esos procesos parten de los productos metálicos extraídos según los medios que hemos indicado. Se encontrarán extendidos profusamente en muchas obras de segundo orden y en manuscritos de sopladores. Nosotros nos limitaremos, a título documental, a reproducir el particular que señala Basilio Valentín porque, contrariamente a los demás, está basado en sólidas y pertinentes razones filosóficas.[...] Fulcanelli

Nigredo 17


                                                        © Toni F.H  2012"Nigredo 17"  Acrylic on canvas 90x60 cms

[...] 01 Palabras de Cohélet, hijo de David, rey en Jerusalén.
02     ¡Vanidad, pura vanidad!, dice Cohélet. ¡Vanidad, pura vanidad! ¡Nada más que vanidad!                   
03     ¿Qué provecho saca el hombre de todo el esfuerzo que realiza bajo el sol?                           
04     Una generación se va y la otra viene, y la tierra siempre permanece.                           
05     El sol sale y se pone, y se dirige afanosamente hacia el lugar de donde saldrá otra vez.                       
06     El viento va hacia el sur y gira hacia el norte; va dando vueltas y vueltas, y retorna sobre su curso.       
07     Todos los ríos van al mar y el mar nunca se llena; al mismo lugar donde van los ríos, allí vuelven a ir.    
08     Todas las personas están gastadas, más de lo que se puede expresar. ¿No se sacia el ojo de ver y el oído no se cansa de escuchar?               
09     Lo que fue, eso mismo será; lo que se hizo, eso mismo se hará: ¡no hay nada nuevo bajo el sol!           
10     Si hay algo de lo que dicen: «Mira, esto sí que es algo nuevo». en realidad, eso mismo ya existió muchísimo antes que nosotros.                  
11     No queda el recuerdo de las cosas pasadas, ni quedará el recuerdo de las futuras en aquellos que vendrán después.                       
12     Yo, Cohélet, he sido rey de Israel, en Jerusalén,                       
13     y me dediqué a investigar y a explorar con sabiduría todo lo que se hace bajo el cielo: es esta una ingrata tarea que Dios impuso a los hombres para que se ocupen de ella.                           
14     Así observé todas las obras que se hacen bajo el sol, y vi que todo es vanidad y correr tras el viento.                           
15     Lo torcido no se puede enderezar, ni se puede contar lo que falta.                           
16     Entonces me dije a mí mismo: Yo acumulé una gran sabiduría, más que todos mis predecesores en Jerusalén, y mi corazón ha visto mucha sabiduría y ciencia.
17     Me dediqué a conocer la sabiduría, la ciencia, la locura y la necedad, y advertí que también eso es correr tras el viento.                           
18     Porque mucha sabiduría trae mucha aflicción, y el que acumula ciencia, acumula dolor.
[...] Eclesiastés 1

Nigredo 16


                                            © Toni F.H  2012"Nigredo 16"  Acrylic on canvas 50x40 cms

[...] La acción sagrada, tal y como describen los Vedas, se ofrece a lo Eterno. Y lo Eterno es Brahman, el que todo lo penetra; por lo cual, está siempre presente en todo sacrificio. Éste es el ciclo de la Rueda de la Ley en continuo movimiento, y en vano vive el hombre que, malgastando su vida en placeres, no ayuda a este ciclo.
 Pero el hombre que se deleita en el Espíritu, y en Él encuentra su satisfacción y su paz, ese hombre está más allá de las leyes de la acción. En verdad, está más allá de lo que se ha de hacer y de lo que no se ha de hacer, y para realizar su trabajo ya no necesita depender de la ayuda de los seres mortales. Por lo cual, actúa sin apegos y realiza el trabajo que debas hacer, pues el hombre cuyo trabajo es puro, obtiene sin duda lo Supremo. El rey Janaka y otros guerreros alcanzaron la perfección siguiendo el camino de la acción. Considera siempre el bien como tu meta y realiza tu tarea en esta vida.
[...] Bhagavad Gita

Nigredo 15


                                                      © Toni F.H  2012"Nigredo 15"  Acrylic on canvas 50x40 cms

[...] Un grupo de ellos ha puesto colores a las esferas de los astros que simbolizan las áreas en que pueden influir. Dicen que la esfera de Saturno es rojo pardo, igual que el jacinto; la esfera de Júpiter blanco lechoso; la esfera de Marte amarilla-verde-roja, igual que el oro rojo; la esfera del Sol pardo oro; la esfera de Venus rojo oro; la esfera de Mercurio mezcla de todos los colores, y la esfera de la Luna verde-blanco abigarrado. Dieron a los astros faces que indican la condición de su arre. Adscribieron a dichas faces, la influencia sobre determinados talismanes. Otorgaron a cada astro tres faces y dos talismanes a cada faz y por eso dieron colores a las mentadas faces y dijeron que cuando la faz es roja conviene al asunto glorioso, para cualquier cosa de posesión y para todo talismán que se haga para socorrer; la faz negra para las enfermedades, los castigos, las mortificaciones, los dones y similares; la faz blanca que es fulgor, luz y alegría conviene a todos los talismanes positivos, por ejemplo: de intimidad, amor, etc.; la faz amarilla para atraer y repeler los animales irracionales y para las malas acciones también. Dicen que la primera faz de Saturno es negra, la segunda blanca y la tercera del color del humo del plomo; que la primera faz de Júpiter es amarilla, la segunda blanca y la tercera del color del humo del estaño; que la primera de Marte es roja, la segunda amarilla y la tercera rosa; que la primera del Sol es amarilla, la segunda rosa y la tercera roja; que la primera de Venus es roja, la segunda amarilla y la tercera dorada; que la primera de Mercurio es amarilla, la segunda gris y la tercera rosa y que la primera de la Luna es blanca, la segunda roja y la tercera parda [...] Picatrix

Nigredo 14



                                                    © Toni F.H  2012"Nigredo 14"  Acrylic on canvas 90x60 cms

[...] Lo mismo ocurre con los Espíritus; de manera que unos se parecen al fuego, otros a la tierra, otros al aire y otros al agua. He aquí por qué se dice también que los cuatro ríos de los infiernos tienen, a saber, Flegeton, fuego; Cocito, aire; Estigia, agua; y Aqueronte, tierra.Incluso se ve en las Escrituras el fuego que sufren los condenados, y el fuego eterno al que son condenados los malditos. El Apocalipsis hace mención de un estanque de fuego; e Isaías dice de los condenados: "Dios los golpeará con aire corrompido"; y Job dice: "Pasarán de aguas de nieve a un calor extremado"; y expresa incluso que hay "una tierra de tinieblas y  miserias cubierta por la oscuridad de la muerte". En fin, los Elementos se hallan asimismo en todo lo que existe de celeste, en los Angeles, y las inteligencias bienaventuradas, ya que la solidez de la esencia, y la fuerza de la tierra allí se encuentran (pues son las sólidas sedes del Señor), así como la clemencia y el amor, virtudes del agua purificante: he aquí por qué el Salmista las llama las aguas, cuando dice a Dios al hablar de los cielos: "Tú que gobiernas las aguas que están por encima de ellos". Existe en ellos el aire de un espíritu sutil, y el amor del fuego, que reluce; es por ello que las santas Escrituras las denominan las alas de los vientos, y el Salmista, al hacer otra mención de ellas, dice: "Tú que haces de los espíritus, tus ángeles, y del fuego ardiente, tus ministros".En los órdenes angélicos también están los que corresponden al fuego, que son los Serafines, las Virtudes y las Potencias; los Querubines, de la tierra; los Tronos y los Arcángeles, del agua; las Dominaciones y los Principados, del aire.[...] E.C.Agrippa

Nigredo 13


                                                        © Toni F.H  2012 "Nigredo13"  Acrylic on canvas 70x50 cms

[...]Las Pasiones del Alma reciben mucho auxilio de los Cuerpos celestes y les ayudan también o contribuyen en sus Operaciones,tanto más cuando concuerdan con el cielo de cierta manera natural, o por una elección  voluntaria, o libre albedrío; pues como dice Ptolomeo, parece que no hay diferencia entre quien escoge lo que es mejor con aquel que tiene esa cosa naturalmente. Es pues muy útil que para recibir los beneficios del cielo en toda clase de operaciones, concertemos y respondamos a sus influencias a través de nuestros pensamientos, pasiones, imaginaciones, elecciones, deliberaciones, contemplaciones y otras cosas  semejantes. Pues estas clases de pasiones llevan violentamente nuestro espíritu a lo que se le parece, y nos exponen de repente, y todo lo que existe en nosotros a las cosas superiores que los representan, y ellas reciben mejor y más ampliamente las cosas celestes, por su dignidad y proximidad, que las cosas materiales. Nuestro espíritu puede también adaptarse de tal modo a una determinada estrella, por la imaginación o de alguna otra manera por imitación, para llenarse de beneficios de esa estrella, siendo el receptáculo apropiado de sus influencias. El pensamiento que contempla no observa este sujeto, en tanto se separe de todo sentido, de la imaginación, de la naturaleza, y se vuelva hacia las cosas separadas; sino en tanto se ponga del lado de Saturno. Nuestro espíritu ópera muchas cosas por la Fe, que es un firme apego, una. intención fija, y una fuerte aplicación de lo que opera o recibe en todas las cosas, a lo que coopera y que da la fuerza a lo que tenemos el designio de hacer, de manera que se cree en nosotros cierto ídolo de la fuerza a extraer y de lo que hemos de recibir o hacer. Es preciso pues estar firmes en todas nuestras operaciones, y aplicados a las cosas, imaginar, esperar y tener gran fe, pues ello ayuda mucho; y se ha verificado entre los galenos que una firme credulidad, una esperanza cierta y el amor hacia el galeno y el remedio contribuyen mucho a la salud,y algunas veces más que el remedio; pues además de lo que constituye la virtud y la fuerza eficaz del remedio, la fuerza del espíritu del médico actúa pudiendo cambiar las cualidades del cuerpo del enfermo, que, sobre todo cuando tiene confianza en el médico, se dispone tanto más a recibir la virtud del médico y del remedio. Es necesario, pues, operar en la Magia, tener fe constante, confianza, y no dudar ni tener escrúpulo espiritual alguno. Pues así como una fe firme y constante obra efectos maravillosos incluso en las operaciones falsas, de igual modo la desconfianza y el escrúpulo espiritual del operador que tiene el medio entre los dos extremos, lo disipa y tuerce, de donde ocurre que se frustra, y se pierde la influencia deseada de los cuerpos celestes que, sin una virtud sólida y constante de nuestra alma no puede juntarse ni unirse con las cosas y las operaciones. [...] E.C.Agrippa

Albedo 24


                                                        © Toni F.H  2012 "Albedo 24"  Acrylic on canvas 70x50 cms

[...] El azufre corresponde a la forma elemental del fuego, el mercurio al aire y al agua, y la sal a la  tierra. Todos los maestros en alquimia que han escrito sobre la gran obra, han empleados  expresiones simbólicas y figuradas, y han debido hacerlo así, tanto para alejar a los profanos de un trabajo peligroso para ellos, cuanto para hacerse entender de los adeptos revelándoles el mundo entero de las analogías que rige el dogma único y soberano de Hermes. Así, para ellos, el oro y la plata son el rey y la reina, o la luna y el sol; el azufre, es el águila voladora; el mercurio es el andrógino alado y barbudo, subido sobre un cubo y coronado de llamas;la materia o la sal, es el dragón alado; los metales en ebullición son leones de diversos colores; por último, toda la obra, tiene por símbolos al pelícano y al fénix.El arte hermético es al mismo tiempo una religión, una filosofía y una ciencia natural. Como religión es la de los antiguos magos y de los iniciados de todos los tiempos; como filosofía pueden encontrarse los principios en la escuela de Alejandría y en las teorías de Pitágoras; como ciencia, hay que solicitar los procedimientos a Paracelso, a Nicholas Flamel y a Raymundo Lulio.La ciencia no es real más que para aquellos que admiten y comprenden la filosofía y la religión, y sus procedimientos no pueden tener éxito más que entre los adeptos que hayan llegado al soberano dominio de la voluntad y convirtiéndose en rey del mundo elemental; porque el grande agente de la operación del sol, es esa fuerza descrita en el símbolo de Hermes, de la tabla de esmeralda, es el poder mágico universal, es el motor espiritual ígneo; es el od, según los hebreos, es la luz astral, según la expresión que hemos adoptado en esta obra. Está en ella el fuego secreto, viviente y filosofal, del que todos los filósofos herméticos no hablan sino con misteriosas reservas; es el esperma universal de la que ellos han guardado el secreto y que únicamente representan bajo la figura del caduceo de Hermes. He aquí, pues, el gran arcano hermético y nosotros lo relevamos aquí por primera vez, claramente y sin figuras místicas; lo que los adeptos llaman materias muertas, son los cuerpos tal y como se hallan en la naturaleza; las materias vivas son sustancias asimiladas y magnetizadas por la ciencia y la voluntad del operador.
De modo que la obra, es algo más que una operación química; es una creación del verbo humano,
iniciado en el poder del verbo de Dios mismo.[...]E.Levy


Albedo 23


                                                        © Toni F.H  2012 "Albedo 23" Acrylic on canvas 70x50 cms

[...] “Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas.Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto.Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí. En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor”[...]  San Pablo,Corintios 13, 1-13 



Albedo 22


                                                  © Toni F.H  2012" Albedo 22" Acrylic&spray on canvas 40x30 cms 

[...] Ruland (1612) define la meditatio como sigue: «La palabra meditatio se usa cuando se mantiene un diálogo íntimo con alguien que, sin embargo, es invisible; como también, mediante invocación, con Dios, o consigo mismo o con sus ángeles buenos.» Este «diálogo íntimo» es algo bien conocido por los psicólogos: al fin y al cabo, es una parte esencial de la técnica para llegar a una explicación con el inconsciente . Pero la definición de Ruland prueba, por encima de toda duda, que cuando los alquimistas hablan de meditan no se refieren simplemente a una reflexión, sino más bien a un diálogo interior y, por tanto, a una relación viva con la voz respondiente del «otro» que hay dentro de nosotros, precisamente el inconsciente. Si, por tanto, se usa el concepto de la meditación en la expresión hermética antes mencionada: «Y como todas las cosas vienen del Uno, por medio de la meditación del Uno», posiblemente se haya de entender dicho concepto en este sentido alquimista de un diálogo creador, mediante el cual las cosas pasan de un estado potencial inconsciente a uno manifiesto. Así leemos en un tratado de Filaleteo : «Es maravilloso, sobre todo, que nuestra piedra, aunque ya acabada y capaz de poder comunicar una tintura perfecta, se vuelve a rebajar voluntariamente y meditará una nueva volatilidad, prescindiendo de toda manipulación .» Unas pocas líneas mas adelante comprendemos a qué se refiere con la palabra volatilidad, cuando dice: «Se licuará voluntariamenle... y por mandato de Dios, será dotada de espíritu que se elevará y se llevará consigo la piedra.» Por tanto, «meditar» significa de nuevo que esta vez, mediante un diálogo con Dios, llega todavía más espíritu a la piedra, es decir que esta se espiritualiza, volatiliza o sublima todavía más. Khunrath escribe de forma similar: «Estudia, medita, suda, trabaja, cuece... todo esto. Así se te abrirá un flujo salvador, que brota del corazón del hijo del Gran Mundo», un agua «que el hijo del Gran Mundo nos da, y que mana de su cuerpo y de su corazón como una verdadera Aqua Vitae...»[...]C.G.Jung

Albedo 21



                                                  © Toni F.H  2012 "Albedo 21" Acrylic&spray on canvas 40x30 cms

[...] La vía que devuelve al hombre a su Esencia divina es el despojamiento de todo cuanto no es la Realidad; por eso el epíteto principal de la vía del tawhîd es la «pobreza ». La pobreza de espíritu implica la ausencia de ilusiones, y ésta da paso a la certidumbre espiritual, el conocimiento de sí, la recuperación de nuestra identidad esencial con el Objeto supremo de toda intelección. Ese «objeto» —que trasciende de, en verdad, el dualismo sujeto-objeto— es lo que el sufismo llama la «Verdad de la Certidumbre» (Haqq al-yaqîn).

Toda certidumbre procede de la identidad del que conoce, el conocimiento y lo conocido; y esta identidad es en sí la Ipseidad única real. Ésta es a la vez el Omniconocimiento y la Esencia incognoscible de todo conocimiento o certidumbre; siendo absolutamente idéntica a Sí misma, no hay en Ella —la Realidad incondicionada que sobrepasa al Ser inteligible— ningún movimiento de conocimiento, ninguna identificación de un sujeto y objeto cognoscitivos. Puesto que la Esencia es Evidencia absoluta, no tiene necesidad de tomar consciencia de Sí misma para conocerse; Ella Se conoce por Sí misma sin ningún acto de conocimiento. Solamente en el Ser se polariza en Conociente y Conocido, y, en el Universo, en Creador y creación, en Dios y hombre.[...] L.Schaya