Citrinitas 6

 © Toni F.H  2013 "Citrinitas 6" Acrylic on canvas 50x40 cms[Sold]
 [...] ¡Feliz el hombre que encontró la sabiduría y el que obtiene la inteligencia, porque ganarla vale más que la plata y ella rinde más que el oro fino! Es más preciosa que las perlas y nada apetecible se le puede igualar.  En su mano derecha hay larga vida, y en su izquierda, riqueza y gloria.  Sus caminos son caminos deliciosos y todos sus senderos son apacibles. Es un árbol de vida para los que se aferran a ella y los que la retienen son felices. Por la sabiduría, el Señor fundó la tierra, por la inteligencia, afianzó los cielos; por su ciencia brotaron los océanos y las nubes destilan el rocío.[...] Proverbios

Citrinitas 5

                                                   
                                                       © Toni F.H  2013 "Citrinitas 5" Acrylic on canvas 40x30 cms

[...] Marsilio Ficino a Bernardo Bembo, abogado y caballero, orador veneciano distinguido por su saber y autoridad: saludos.
Preguntas por qué a pesar de que he elogiado las artes y muchas otras cosas, aún no he alabado nunca a la Filosofía que siempre he estudiado con tanta devoción. Hace algunos días Giovanni Cavalcanti, mi Acates, me hizo la misma pregunta. Mi respuesta es: primero, que lo que ha sido descubierto por los hombres puede ser debidamente alabado por ellos en cualquier momento, pero que la Filosofía, invención de Dios, está mucho más allá de la humana elocuencia; en segundo lugar, al cantar la alabanza de cada una de aquellas artes y actividades, en realidad he estado honrando a la Filosofía, inventora y señora de todas ellas. En verdad es sólo por su poder y elocuencia que damos a cada arte su debido honor, y consideramos a cada una merecedora de alabanza en la medida en que comparte la virtud y dignidad de la Filosofía. Pero siendo esta nuestra madre y nodriza, parece que a veces con perfecta justicia demanda de nosotros el honor que le es debido, así que, si ello encuentra favor, de comienzo nuestra alabanza.[...] Marsilio Ficino

Albedo 30


                                                        © Toni F.H  2013 "Albedo 30" Acrylic on canvas 40x30 cms

[...] De ahí que las cosas inferiores gimieran, presas de temor, a causa de la maravillosa belleza y eterna permanencia de las cosas de arriba. Pues había allí qué contemplar y de qué estremecerse a la vez, al ver la belleza del cielo ofreciéndose como una representación del Dios aún desconocido; la suntuosa majestad de la noche, que se unía a una luz más débil que la del sol, pero aún viva, y otros misterios en movimiento cada cual a su vez en el cielo, dando orden y crecimiento según mociones y períodos regulados de tiempo, por medio de ciertos efluvios secretos, al conjunto de las cosas de abajo.[...] Koré Kosmou, Hermes Trimegisto

Albedo 29

                                           
                                                     © Toni F.H  2013 "Albedo 29" Acrylic on canvas 40x30 cms

[...]No había inexistencia ni existencia, entonces. No existía la atmósfera ni el cielo que está más allá.  No había inexistencia ni existencia, entonces. No existía la atmósfera ni el cielo que está más allá. ¿Qué estaba oculto? ¿Dónde? ¿Protegido por quién? ¿Había agua allí insondablemente profunda? No había muerte ni inmortalidad entonces. Ningún signo distinguía la noche del día. Uno solo respiraba sin aliento por su propio poder.   Más allá de eso nada existía. En el principio la oscuridad escondía la oscuridad.Todo era agua indiferenciada. Envuelto en el vacío, deviniendo, ese uno surgió por el poder del calor.
El deseo descendió sobre eso en el principio, siendo la primera semilla del pensamiento. Los sabios, buscando con inteligencia en el corazón, encontraron el nexo entre existencia e inexistencia.
 Su cuerda se extendió a través. ¿Había un abajo? ¿Había un arriba? Había procreadores, había potencias. Energía abajo, impulso arriba. ¿Quién sabe realmente? ¿Quién puede proclamar aquí  de dónde procede, de dónde es esta creación? Los dioses vinieron después.  ¿Quién sabe, entonces, de dónde surgió?¿Esta creación de dónde surgió? Quizás fue producida o quizás no.  El que la vigila desde el cielo más alto, él sólo lo sabe. O quizás no lo sabe. ¿Qué estaba oculto? ¿Dónde? ¿Protegido por quién?¿Había agua allí insondablemente profunda? No había muerte ni inmortalidad entonces. Ningún signo distinguía la noche del día. Uno solo respiraba sin aliento por su propio poder. Más allá de eso nada existía. En el principio la oscuridad escondía la oscuridad.Todo era agua indiferenciada. Envuelto en el vacío, deviniendo, ese uno surgió por el poder del calor. El deseo descendió sobre eso en el principio, siendo la primera semilla del pensamiento. Los sabios, buscando con inteligencia en el corazón, encontraron el nexo entre existencia e inexistencia.   Su cuerda se extendió a través. ¿Había un abajo? ¿Había un arriba? Había procreadores, había potencias. Energía abajo, impulso arriba. ¿Quién sabe realmente? ¿Quién puede proclamar aquí  de dónde procede, de dónde es esta creación? Los dioses vinieron después. ¿Quién sabe, entonces, de dónde surgió? ¿Esta creación de dónde surgió? Quizás fue producida o quizás no. El que la vigila desde el cielo más alto,  él sólo lo sabe. O quizás no lo sabe.[...] Rig Veda 129, Himno de la Creación