Nigredo 26

                                 © Toni F.H  2014" Nigredo 26" Acrylic on canvas 60x60 Cms [Sold]                               
[...] El movimiento de las serpientes alrededor del Caduceo  indica la formación de la cadena. Esta cadena existe bajo dos formas: recta y circular. Partiendo de un mismo centro, ella corta innumerables circunferencias por medio de innumerables rayos. La cadena recta, es la de transmisión. La circular, es la cadena de participación, de difusión, de comunión, de religión. Así se forma esta rueda compuesta de varias ruedas que giran unas en otras y que vemos flamear en la visión de Ezequiel. La cadena de transmisión establece la solidaridad entre las generaciones sucesivas. El punto central es blanco de un lado y negro del otro. Al lado negro, se enlaza la serpiente negra; al lado blanco, se liga la serpiente blanca. El punto central representa el libre albedrío primitivo, y es en el lado negro donde comienza el pecado original. El negro engendra la corriente fatal; el blanco, el movimiento libre. El punto central puede representarse simbólicamente por la Luna, y las dos fuerzas por medio de dos mujeres: la una blanca y la otra negra. La mujer negra es la Eva caída, la mujer pasiva, la infernal Hécate, que lleva el creciente lunar en la frente. La mujer blanca es Maya o María, que tiene al mismo tiempo bajo los pies el creciente lunar y la cabeza de la serpiente negra. No podemos explicarlo más claro, pues tocamos el misterio de todos los dogmas. Ellos se tornan infantiles a nuestros ojos y tememos herirlos.[...] E. Levi

Albedo 31

© Toni F.H  2014 "Albedo 31" Acrylic on canvas 50x50 cms [Sold]
 [...] Me he desecado durante mucho tiempo sobre la arena muerta, pero cuando el rocío del Señor me ha bendecido, he reflorecido en el secreto aéreo de la nieve y he madurado en el peso del oro depurado.[...] Louis Cattiaux

Nigredo 25


© Toni F.H  2014 "Nigredo 25" Acrylic on canvas 50x50 cms [Available]
                           
[...] Encierra después la obra en una ánfora de cristal bien sellada con el betún de sabiduría que dejarás a fuego lento durante tres días y tres noches. Pondrás después el ánfora y la medicina en agua fría durante otros tres días; después cortarás de nuevo la obra en pedazos del tamaño de tu uña y la pondrás en una cucúrbita de cristal encima del alambique. Destilarás de esta manera un agua blanca parecida a la leche, que es la verdadera leche de la virgen; cuando este agua esté destilada, aumentarás el fuego y la trasvasarás a otra ánfora. Toma ahora aire que se parezca al aire más puro y perfecto, porque es éste el que contiene el fuego. Calcina en el horno de calcinación esta tierra negra que queda en el fondo de la cucúrbita, hasta que se vuelva blanca como la nieve; ponla otra vez en agua destilada siete veces, a fin de que una lámina de cobre al rojo, apagada por tres veces, se vuelva perfectamente blanca. Hágase de igual forma con el agua que con el aire; a la tercera destilación encontrarás el aceite y toda la tintura parecida al fuego en el fondo de la cucúrbita. Volverás a empezar de nuevo una segunda y una tercera vez, y recogerás el aceite; después tomarás el fuego que está en el fondo de la cucúrbita y que es parecido a sangre negra y blanca; la guardarás para destilar y probarla con la lámina de cobre, como hiciste con el agua; y he aquí que ahora posees la manera de separar los cuatro elementos. Pero la forma de unirlos (modum conjungendi) es ignorada por todos [...] Pseudo Tomás de Aquino